El enamoramiento es una decisión. Es pasajero. Es hormonal. Es expectativa. Es volubilidad. Es tristeza. Es alegría. Es producción de endorfinas. Es inspiración. Es una ilusión. Es casi inevitable. Es vicio para algunos. Es adicción para otros. Es confusión. Es subir de peso. Es bajar de peso. Es ruido. Es insomnio. Es soñar. Es cursilear (wákala!). Es respuesta ante el ocio. Es respuesta ante la soledad. Es producto de la convivencia. Es también generación espontánea. Es querer, más no es amar. Es atar. Es desear. Es desesperarse en esperar. Es alejarse al acercar. Es una cadena de reacciones. Es un juego, más no es jugar. Es serio pero no es formal. Es culturalmente aprendido*, más es animalmente determinado. El enamoramiento... apesta jajaja.
Sacando el ahogo: generalmente es la persona no indicada en el momento preciso o la persona indicada en el peor de los momentos.
*gracias Roberto Sombra, gracias Franciso Serpientes, gracias Kroeber y gracias a los demás culturalistas de este año.