"Los animales son [somos] máquinas" hubiera dicho Descartes... y sí, lo somos. "Racionales" pero de acuerdo a un comportamiento programado... reacciones, reflejos, impulsos, condicionados. Algunos se infartarán por el determinismo de las 10 de la mañana, otros se ofenderán por la equiparación con otros animales pero a fin de cuentas, también son respuestas condicionadas.
No creo ni en la libertad, ni en la democracia, ni en la individualidad, mucho menos en la originalidad... para muestras basta un botón.
Este botón me persigue desde que interactúo con esos otros seres humanos. Tomamos decisiones pero quién sabe respecto a qué... con base en qué... Los habrá muy centrados, muy precavidos, muy prudentes o muy congruentes. Confieso que para estas situaciones soy sólo un botón; controlado por el hipotálamo pero reprimido por el neurocortex.
Tres veces ...golpes en el tálamo bajo... la corteza dice alto, se cierran las compuertas y se abré la salida de emergencia. Tres veces he salido por ahí, no veo por qué esta vez sucedería diferente...[aunque en el fondo lo hubiera deseado] no lo hará, porque los síntomas reconocen a los síntomas... y uno sabe cuando va que vuela.
Tengo miedo de la salida de emergencia y de la emergencia de la salida... eso sí, tengo certeza de que [ahora sí] en un buen rato no más de eso... aunque tal vez habrá mucho más de aquello. A estas alturas del día soy una máquina, [ya] valió madres... se apretó el botón.
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